Cuando recibimos una noticia en cualquier medio de
información, nos damos cuenta que a veces la información recibimos es
totalmente contrapuesta. En unos casos debido a la retórica de dichos medios,
en otros por presentar una información totalmente contrapuesta.
La persona que se acerca hacia dicha información va
buscando, desde luego, la mayor fiabilidad en dichos datos. Pero ¿dónde está la
verdad? Quizás en todas o quizás en ninguna de ellas.
Si analizamos el tema del misterio, nos damos cuenta
que son muchas las interpretaciones ante una misma realidad, y que éstas varían,
a lo largo del tiempo.
Recordemos por ejemplo míticos libros donde se nos presentaban
diversos objetos arqueológicos de una forma muy determinada, el llamado “astronauta
de Palenque” ha derramado a lo largo del tiempo, ríos y ríos de tinta sobre su
interpretación. Recuerdo en algunos libros e incluso documentales en donde se
nos daba explicación de que lo que observamos era la imagen de un astronauta
ancestral, en cambio posteriormente se nos ha contado que esto era una mera
interpretación de la simbología de la época.
Otro mito que se nos ha contado es los jeroglíficos
que se encuentra en Abidos, el tanque, en avión y el submarino. Hace unos años
tuve la ocasión de estar allí y verlos con mis propios ojos, desde luego la
imagen que percibí era la de aquellos objetos que se indicaban, pero ahora
parece que todo ha sido fruto en la casualidad, inscripción sobre inscripción
han hecho la generación de unas imágenes del todo que antojan esos elementos
pero muchos investigadores se decantan a que esta ha sido la causa de tan
curiosas imágenes.
El tema de la salud, ocurre un tanto de lo mismo, hace
unos años salían múltiples noticias y artículos donde el aceite de oliva era
altamente perjudicial para la salud, poco menos que el tomar dicho oleo podría
producir una aceleración de múltiples enfermedades, de hecho muchas muchas
personas dejaron de tomar dicho producto, en favor de otros de distinta
naturaleza. Pero oh, después de esta campaña de desprestigio, y por un motivo
un tanto oscuro, empiezan a aparecer múltiples estudios que dicen totalmente lo
contrario, de hecho hoy por hoy se recomienda la dieta mediterránea con aceite
de oliva como una de las más sanas que se pueden tomar. ¿Quién se equivocó?
Hay un elemento en las investigaciones científicas
llamado sesgo, que significa que no tomamos en cuenta elementos importantes para
dicha investigación o que bien, vamos en cuenta elementos que podían
distorsionar la misma. Desde luego cuando uno lee un artículo, con un titular
muchas veces espectacular y llamativo, se da cuenta que o bien no cuenta toda
la verdad o bien introduce elementos de distorsión que pueden ser voluntarios o
no.
Recuerdo hace años otro artículo que decía algo así
como que la televisión producía infartos, sin uno lo lee literalmente puede
llegar a un equívoco. De hecho se analizaban las personas que veía la televisión
más de unas determinadas horas al día tenían más riesgo de sufrir infartos de
miocardio que las que no lo hacían, pero claro leído así puede provocar la
alarma social, pero la realidad es que aquellas personas que fueron analizadas
y que veían la televisión durante muchísimas horas al día, tenían una vida
sedentaria, una limitación inapropiada, y todo ello contribuía a que su vida
estuviese más en riesgo que otras que hiciese lo contrario, pero al igual
podrían decir que aquellas personas que se sienta durante muchas horas a ver el
techo de su casa tienen más riesgo de sufrir dicha enfermedad. Por lo cual creo
que debemos ser eclécticos y críticos ante cualquier noticia que se nos presenta
y no creernos a pie juntillas todo aquello que sale en los medios de
comunicación. Hace unos años era común escuchar la frase “cómo sale en la tele,
es verdad”.
¿Qué creéis de esta frase? ¿Dónde está la verdad
absoluta? Quizás en todas o quizás ninguna parte.